Subio por la escalera de trabajo asi­ como fue directa a su despacho.

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—la solto y dio un transito atras, quedandose apacible asi­ como mirandola fijamente, como si la desafiara a darle otro asalto. —Me gustaria partir —dijo Susana dentro de dientes asi­ como resoplando un rizo que le caia acerca de las ojos— desplazandolo hacia el pelo usted ocupa el punto sobre la puerta. El entrecerro los ojos. La novia contemplo ese hombreton enorme que ocupaba el punto sobre la entrada, por en lo alto y los lados. Abrio la boca sorprendida sobre que alguien pudiera ser tan enorme. El novio nunca se movio. Ella perdio el enfado desplazandolo hacia el pelo las tres vodkas con grosella se esfumaron sobre asalto quitandole la valentia. Susana pestaneo confundida asi­ como dio un camino atras, pequeno sin embargo bastante elocuente. —Disculpe —dijo el varon carente moverse sobre la puerta— no fue mi intencion hacerle agravio o asustarla —carraspeo asi­ como espero a que la novia lo mirara de nuevo a la cara. —Estoy bien —susurro ella incomoda— en el bano nunca Tenemos nadie — le comunico al lapso que senalaba la camino para que le diera vuelta. El novio se aparto rapido y no ha transpirado le hizo un sena galante para que la novia pasara. Susana aguanto un insulto ante el visaje burlon sobre el novio asi­ como paso rauda por su bando. 3 pasos mas y no ha transpirado resoplo. —?Menuda noche! —?asi­ como que lo diga! —Contesto la voz del varon sobre su hombro haciendola arrojarse de la senal— ?La asuste? Disculpeme de nuevo. Estoy algo perdido en este inmueble laberintico. Usted parece conocer excesivamente bien a donde va —aclaro ante las ojos abiertos e incredulos sobre Susana que lo miraban, carente moverse, igual que En Caso De Que estuviera demente.

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—?Donde pretende ir? —contesto Susana excesivamente despacio, como si de pronto recordara su funcion sobre recepcionista educada asi­ como paciente. —Ni idea —sonrio de arrebato de oreja an oido y no ha transpirado le cambio la cara— le acompano a donde vaya. Susana boqueo anteriormente sobre hallar las palabras adecuadas Con El Fin De contestar. El rostro dichoso del adulto habia cambiado de tal modo,que nunca parecia el igual. —No va a lograr ser. Nunca puede acompanarme —casi se atraganto cuando el novio se acerco mas. Ella elevo el rostro Con El Fin De mirarlo a las ojos, intentando colocar la expresion energica. —?Es usted la clienta? —?Que? —logro interrogar la novia desprovisto dar reputacion a la decorado. —Mi hermana se anoto en la compania esta semana. Yo no queria que viniera sola a la fiesta pero el labor me retraso. Acabo de llegar desplazandolo hacia el pelo la estoy tras. Me llamo Alejandro Maya —sonrio mas En Caso De Que junto a ensenando una dentadura cuidada desplazandolo hacia el pelo

blanca— ?Donde existe que

anotarse? ?O me puede dar su telefono directamente? —hizo el gesto de escribir en el aire. —No —salio de su mutismo Susana abrumada por la informacion desplazandolo hacia el pelo confundida por el lustre que veia en las ojos de ese oso enorme— yo labor aca —trago con inconveniente asi­ como dio un camino tentativo hacia el ala— me se encuentran esperando. Disculpe. Seguramente encontrara a su hermana en el salon. Asi­ como salio escopeteada. Se metio en la camino que decia: “acceso empleados“, y no ha transpirado miro sobre reojo igual que el igual, Alejandro Maya, se quedaba fuera con cara de oso cabreado.

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Nunca le extranaria que se metiera tambien en la sala sobre elaboracion del

-catering, aunque sabia que Rosa lo echaria de su territorio carente

vacilar. —Ahhhhhhhhh —lloraba Malena a chillido pelado. —?Menuda noche! —repitio primeramente sobre entrar. —Susana. Gracias a Dios que llegas —Rebeca se levanto y no ha transpirado corrio a la salida— aqui la mujer ha sido abandonada por. —Lo se —le interrumpio— anda vete, busca a Flora asi­ como le explicas. Deberia permanecer cercano de los telefonos. Malena no lloraba. Berreaba. Tenia el pelo sobre punta sobre tanto tocarselo, la gomina nunca obraba milagros ante el descontrol. El vestimenta estaba subido hasta hasta una fraccii?n sobre las muslos y las zapatillas no estaban a la mirada. La caja sobre panuelos acompanaba a la concertista, que levanto la vista ante su arribada. –No deseo irme a morada mismamente —un puchero conmovedor la recibio— mi aperreado se deprime En Caso De Que lloro desplazandolo hacia el pelo se pone a aullar igual que un poseso. Me echaran de la construccii?n. —Bueno. Lo primero es que te tranquilices —se sento a su lado. —Eres bastante bonita —gimio Malena— Y posees tetas —se senalo an ella misma— yo no tengo. Creo que voy a hacerme una estetica y no ha transpirado que me quiten grasa del culo y no ha transpirado me lo pongan en las tetas —miro las pechos de Susana, que lucian cuota asi­ como rebosaban del vestido— ?Me dejarias un sujetador para que el cirujano sepa la grado que deseo? —Estas divagando. Tocaron a la paso. Un camarero entro con rostro de pocos amistades. —La he buscado por todos los despachos. Me dijeron que estaba usted en este casa.